Policías asesinos

Francisco Rodríguez

EL POETA LIBANÉS Kahlil Gibran escribió que “es el honor del muerto no ser parte de los asesinos”. Tal vez. Pero ¡vaya honor tan difícil de conseguir! ¡Vaya honor que nadie quisiera alcanzar! Sobre todo a partir de los oscuros hechos de Santiago, Nuevo León, donde los escoltas son los asesinos de aquél cuya vida debían preservar.